¿Tienes un colmillo “chiquito”? Quizás es todavía un diente de leche. La frecuencia de la impactación de los caninos superiores está entre un 0.92% – 3.58%, siendo un poco más comunes si eres una chica. La mayoría de los caninos incluidos (el 85%) se encuentran “dormidos” en el paladar.
Si sospechas que tienes un colmillo que no te ha llegado a salir te recomiendo que leas el artículo anterior donde hablaba sobre como se diagnostica la existencia de un canino impactado.
Lo más frecuente es que estos caninos tengan una posición favorable para poder ser colocados en su lugar en la arcada. Una vez que hemos localizado exactamente con un TAC dental donde está y hemos planificado la ruta por donde lo vamos a bajar, empezaremos alineando el resto de los dientes vecinos porque los vamos a utilizar como anclaje y nos apoyaremos en ellos para bajarlo, además hay que hacer sitio para el canino cruzado.
Después harás una consulta con el periodoncista o cirujano oral que valorará con la exploración y el TAC cual será el mejor abordaje para llegar hasta él y descubrir su corona.
Una vez bien planificada la intervención, se descubre el paladar para llegar hasta el canino impactado y en la misma cirugía se “pega” un botón de ortodoncia con una cadenita que nos servirá para poder tirar de él posteriormente. Generalmente te dejamos el colmillo de leche, si lo tienes, para que no se vea ningún hueco al sonreír hasta que el colmillo definitivo esté más cerca de su sitio entre los dientes. Así no te ves con una “mella” al sonreír.
Se continúa con el tratamiento de ortodoncia hasta que el colmillo se encuentra perfectamente colocado en la boca funcionando correctamente y no solo nos preocupamos de traer la corona sino también de que la raíz se enderece hasta su lugar para que la estética y la estabilidad sean excepcionales.
Si quieres hacer una consulta gratuita para poder saber si tienes un colmillo dentro del paladar o no y cuál es el mejor tratamiento para tu caso, puedes hacer una cita gratuita en el 952 77 77 47