¿Alguna vez te has mirado ese diente que está fuera de su sitio y has pensado… total tampoco es para tanto? Muchas veces no nos preocupamos si no nos afea mucho la sonrisa pero una pequeña malposición puede causar un efecto dominó que cambie no solo la manera de morder sino también el aspecto de la cara.
Hoy te presento el caso de una paciente a la que el colmillo superior derecho le salió un poco inclinado y le desvió la mordida, pero como eso ocurrió poco a poco tampoco le molestaba. Al cerrar los dientes de abajo le chocaban justo con la punta de ese colmillo y para evitarlo torcía la mandíbula hacia la derecha, consiguiendo masticar por el lado derecho aunque en el lado izquierdo los dientes no le encajaban y no podía machacar bien la comida.
Si esta posición no se hubiera cambiado con el tiempo se hubiera producido una inflamación de la articulación de la mandíbula en el lado derecho debido a la compresión y al cabo del tiempo se podía acortar el hueso del cóndilo en ese lado, provocando una desviación de toda la parte inferior de la cara hacia la derecha.
Esta desviación también puede provocar dolores de cabeza, cuello y en la zona alta de la espalda.
Al coordinar la forma de las arcadas y corregir la mordida cruzada del canino derecho, empezó a masticar mejor y se frenó la posibilidad de degeneración en la articulación derecha.
¿Quieres saber si la malposición de tus dientes está afectando a tu mordida? ¿Le está pasando a tu hij@?
Quédate tranquila, llámanos y te explicaremos si tu maloclusión te afecta solo a nivel estético o hay alguna función de tu boca que está dañándose.